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La importancia de la relación comercial entre Chile y China

No es novedad para nadie la importancia que representa la relación comercial entre Chile y China. Acuerdos comerciales que han proliferado, pero que con el paso de los años nos han vuelto dependientes de las exportaciones de cobre, algo que, según analistas y académicos, es menester comenzar a cambiar.

De hecho, en el año 2018 el gigante asiático compró bienes chilenos por más de 25.000 millones de dólares, lo que equivale a un 32% de todo lo exportado.

Las relaciones diplomáticas y de amistad entre ambos países cumplirán el próximo año 5 décadas sin interrupciones. Pero ¿es todo tan maravilloso como parece? ¿cuáles son los principales problemas y retos de la relación comercial de Chile con China? ¿Es realmente sana para la proyección económica del país?

Relación comercial entre Chile y China

China se ha convertido en los últimos años en el primer socio comercial de Chile, gracias al Tratado de Libre Comercio que ambos países firmaron en 2006 y que el pasado mes de marzo modernizaron incorporando distintas mejoras.

El coordinador del programa “Estudios Chinos” de la Universidad de Chile, Andrés Bórquez, confirma la importancia de la relación comercial de China con Chile donde, además de las exportaciones, ambas naciones coinciden en la búsqueda de optimizar la interconectividad y mantener las economías abiertas.

Sin embargo, enfatiza en que nuestro país debe adaptarse a las nuevas necesidades del mercado chino, ya que el crecimiento progresivo de las clases medias en ese país ha aumentado la demanda de artículos y servicios sofisticados.

Por eso debemos enviar productos elaborados y adaptados a los gustos locales.

“También debemos seguir posicionándonos como un destino turístico para esta clase media aprovechando la diversidad de nuestros atractivos. Para eso, el sector turístico debe ofrecer paquetes turísticos adaptados a las formas de viaje de los asiáticos”, agrega el experto.

Pero una visión distinta manifiesta Arturo Curtze, analista senior de inversiones de la Consultora Alfredo Cruz y Cía.

“Chile no es capaz de competir en el mundo con otros países con mejores ventajas competitivas para el desarrollo de productos manufacturados. Básicamente no tenemos el tamaño para alcanzar esos niveles”, explica.

Sin embargo, Curtze destaca que podríamos tener un rol protagónico en exportar servicios a toda Latinoamérica, donde hay mucho menos accesos. 

Dependencia exportadora poco sana

La guerra comercial entre China y Estados Unidos mantiene al mundo entero en vilo.

Hechos como la última decisión del gobierno de Trump, que aumentó un 25% el arancel a los productos chinos, y el bloqueo de Google a Huawei no han hecho más que empeorar esta situación.

Según un informe de Moody’s Analytics, si la guerra comercial escalara, Chile -junto con Argentina y Perú- sería de los países que más sufrirían un impacto en su crecimiento, restándole un punto porcentual o más en su PIB, al estar más expuestos al comercio global y al precio de los commodities.

Y es que la dependencia monoexportadora de cobre Chile para China no es sana para un país que está en camino al desarrollo económico.

relación comercial entre Chile y China

“Si las perspectivas de crecimiento para ese país disminuyen, también lo hará la demanda de cobre y eso impactaría de forma negativa en nuestra economía” explica Arturo Curtze.

Por su parte, el experto en política exterior Manfred Wilhelmy hace hincapié en la necesidad de diversificar destinos, ya que actualmente un tercio de nuestros productos de exportación van a China y esto nos genera una enorme dependencia.

Para el académico, el principal problema es que esta dependencia no es solo económica, sino también política. La supeditación a un comprador que no es un país democrático es peligroso, porque implica que, en cualquier momento, el gobierno chino puede poner trabas a este comercio.

Mirando al futuro

Si hablamos de la relación comercial de China con Chile, no podemos obviar la reciente firma de un plan de acción que regirá las relaciones bilaterales entre ambos países hasta 2022. Este acuerdo profundizará en 14 materias, como defensa comercial, energías limpias, digitalización o electromovilidad.

También se ha hablado mucho del hecho de que Chile se pueda convertir en un país puente entre China y el resto de la región.

Para Bórquez, esto ya está sucediendo, gracias a que nuestro país ha sido una nación pragmática y abierta al libre comercio.

Para Wilhelmy, los países grandes de la región (Argentina, Brasil) no nos necesitan, salvo situaciones marginales, como algunas provincias argentinas del interior que sacan los productos por Chile.

Sin embargo, una visión totalmente opuesta manifiesta Arturo Curtze, quien es muy enfático en destacar el rol de Chile en las relaciones comerciales con otros grandes de la región, principalmente con Brasil y Argentina es clave.

  Mapa del corredor bioceanico entre Brasil y Chile

“La razón está en el Corredor Biocéanico entre Brasil y Chile para sacar las exportaciones de Brasil hacia China” Explica Curtze.

La realidad es que es complicado definir la relación comercial de Chile con China de cara al futuro, sobre todo en tiempos de tanta inestabilidad mundial.

Lo único que podemos sacar en claro es la necesidad de seguir fomentando acuerdos entre ambos países, pero también tratar de diversificar nuestras exportaciones y convertir a Chile en un foco estratégico de conexión con Asia Pacífico.

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