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Mónica Titze: “Manos a la obra en las soluciones”

Su nombre ha estado vinculado durante años al mundo previsional. Trabajó en la Subsecretaría de Previsión Social y como gran conocedora  de la forma en que opera el sistema chileno, estaba expectante frente a los cambios que se avecinan.  A continuación nos cuenta cuáles percibe que son las mayores fortalezas y debilidades.

Al momento de esta entrevista, Mónica Titze estaba ansiosa por conocer los resultados de la comisión Bravo, instancia creada por la presidenta para plantear «propuestas concretas para hacernos cargo de las deficiencias de nuestro sistema previsional».

Ésta, integrada por 24 expertos y liderados por el economista David Bravo, anunció en septiembre las nuevas propuestas: mejorar el Pilar Solidario al menos al 80% de la población; aumentar la cobertura y densidad de cotizaciones, que pretende  incluir a todos los trabajadores independientes al Sistema de Pensiones; establecer una nueva cotización previsional de cargo del empleador del 4%; crear en la Dirección del Trabajo una División de previsión Social; aumentar la edad legal de jubilación, equiparándola tanto en hombres como en mujeres, a los 65 años; que -por defecto- los ingresos a cada fondo cambien dependiendo de la edad del afiliado. Incluso se propone eliminar los fondos A y E.

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¿Ud. entra en la discusión si como país nos conviene un sistema de capitalización individual o de reparto?

Creo que la discusión que enfrentamos hoy día no es si los fondos deben ser administrados por privados o por el Estado .Lo que economistas expertos recomiendan, es mantener un sistema de capitalización individual; y nuestro sistema actual perfeccionarlo y cuidarlo. La experiencia de lo que ocurrió en Europa con países cuya población envejece a altas tasas debería alertarnos.

En  un sistema de reparto cada joven deberá aportar la mitad de su sueldo para financiar la pensión de los mayores, por lo que en nuestro país en vías de envejecer, no funcionaría este tipo de sistema. Para el sistema de capitalización individual afecta el hecho de que vivamos cada vez más, porque el desafío es financiar más años de pensión.

¿Entonces usted prefiere un sistema de capitalización individual?

Es que es un sistema más eficiente que el de reparto. Nuestro sistema actual no está en crisis, como dijo Mario Marcel en 2008. Con un 22% de tasa de cotización nosotros podríamos llegar a una tasa de reemplazo del 70%. En un sistema de reparto hoy necesitaríamos un 25%, el año 2060 un 70% y el año en régimen un 80% de la cotización. Y la realidad es que no todos los trabajadores activos cotizan. Por otro lado, el Estado tampoco es el mejor administrador de fondos y la idea es que exista competencia. 

¿No le agrada mucho el sistema de reparto?

Estamos esperando los resultados de la comisión Bravo. Pues la experiencia con la comisión Marcel, el 2008 es que hubo propuestas que se convirtieron finalmente en Ley. Yo sé que viene aumento de edad de jubilación, aumento de tasa de cotización y tal vez un pilar de reparto. Que a mí, esta última medida no deja de intranquilizarme. Porque se propone un sistema donde los trabajadores aportan a un fondo común que se va a repartir en los pensionados con menos recursos. Pero los que aportan es la clase media. Un ejecutivo que gana 8 millones al mes, cotiza por el tope imponible, por lo que él aporta exactamente lo mismo que un trabajador que gana 1 millón y medio o un millón 800 mil pesos.  Yo obligo a los trabajadores de clase media a aportar para un fondo de pensiones, lo que corresponde es que sea el Estado con la recaudación de impuestos, la que financie a los grupos sociales más vulnerables. 

Las definiciones álgidas

De todos los cambios que se ha propuesto aplicar al sistema previsional chileno, aumento de porcentaje de cotización, aumento edad de jubilación, apoyo estatal, etc. ¿Cuál cree usted que es la más difícil de aplicar a nuestros cotizantes?

La más impopular de estas medidas es aumentar la edad de jubilación. Pero bajo un análisis profundo te darás cuenta que las mujeres a los 60 años, no estamos listas para irnos a la casa. Justo cuando los hijos se encaminan en su propia vida y podemos enfocarnos 100% en el trabajo, nos piden que jubilemos. No tiene mucho sentido iniciar la vida pasiva a esa edad. En el caso de los hombres también a los 65 años, están muy activos.

En 2008 fue la Presidenta Bachelet, durante su primer periodo quien dijo que no aumentaría la edad de jubilación de las mujeres. Por ello no se espera que lo haga ahora. Pero a pesar de los desacuerdos, es una medida que se vuelve necesaria porque no es lógico que descansemos 30 años de nuestra actividad. Cómo vas a estudiar 25 años, trabajar 40 y descansar 30, con una expectativa de vida que superaría los 90 años.

 ¿De qué manera se podría plantear una mejora al diseño previsional, para que no afecte nuestro sistema laboral?

La tasa de cotización es innegable que hay que aumentarla y eso tendrá también un impacto en el mercado del trabajo, pues mientras más alta la tasa de cotización, más caro es contratar a los empleados. Se puede generar informalidad en el mercado del trabajo si es más caro contratar a los trabajadores.

Hay que recordar que en el antiguo sistema se cotizaba un 20% para pensión. Hoy somos un país mucho más rico. Debemos tratar de que la gente cotice durante toda su vida y evitar a todo costa que se produzcan lagunas previsionales que generan mucho daño al Estado. Además, vemos que el  mercado laboral está condicionado para que llegado a la edad legal comience a prescindir de los trabajadores de más edad.

¿Qué le parece que el gobierno hiciera obligatoria la cotización a los independientes?

Para mí fue una mala ley, al ser voluntaria durante 3 años voluntario y obligatorio a partir de este año. Además el Gobierno está estudiando una Ley para presentar una postergación y volver casi a foja cero, para hacer una obligación paulatina.

La dificultad es ¿cómo se obliga a cotizar a los trabajadores más formales?. Se debe diseñar políticas. Hay que trabajar como país en formalizar a todos los trabajadores, no como dependientes, sino como independientes, incentivarlos a cotizar. 

Hay un rol muy negativo que se les ha atribuido a las AFP, respecto a las ganancias económicas que obtienen, ¿comparte esa opinión?

La gente no cree en las AFP y diría que el sistema está difamado. Pero el rol de las AFP, es administrar los fondos y ese rol lo han cumplido en forma impecable. Pero hay que hacer la distinción que las pensiones que yo logré ahorrar, no es culpa de la AFP, si no es lo que yo esperaba. Si empecé a trabajar a los 30  y me dediqué por 5 años a criar a los hijos…se debe tomar conciencia que cada uno tiene responsabilidad sobre los ahorros.

De acuerdo a su experiencia, ¿qué medidas podrían tomarse para que el sistema previsional también beneficie a la clase media, qué hasta el momento no ha sido considerado en ningún diseño previsional?

Históricamente, la clase media ha tenido que arreglárselas sola, si bien la reforma del 2008 trajo el beneficio tributario para el Ahorro Previsional Voluntario (APV), quién hacía APV podía rebajar impuesto de acuerdo a la tasa marginal del Global Complementario. Para la gente de renta media la ventaja tributaria era del 5% o del 10% dependiendo en qué tramo de renta estaba. Este beneficio lo que hacía era aportar a su ahorro para la jubilación un 15%, que favorece a todos aquellos que ganan más de 3 millones 100, menos de ese ingreso la tasa de impuesto  es de un 13,5%. De a poco se ha ido instaurando, pero la realidad es que lamentablemente la clase media no tiene capacidad de ahorro. Ahorrar 100 aunque me regalen 15, me cuesta.

Hoy no veo, hasta el momento ninguna propuesta que recoja algún beneficio para la clase media.

¿Es para Ud. un factor de influencia el hecho de que los cotizantes tengan un escaso conocimiento de la operatividad del sistema previsional y la poca difusión de la educación financiera y previsional?

Influye bastante, el desconocimiento y el desinterés de las personas por los temas previsionales es total. Ni siquiera les interesa averiguar cuál es la AFP más barata.  Por otro lado, si supieran los beneficios que tienen por cotizar, todos los que no cotizan tratarían voluntariamente de hacerlo. Seguros de salud, seguros de cesantía, asignación familiar, seguro de accidentes profesionales, etc.

Falta llevar esta información a los colegios y a las universidades. Es imposible que los jóvenes egresen de sus carreras sin tener idea sobre estos temas.

 

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