martes , octubre 25 2022

Innovación en packaging: logrando preferencia del consumidor sustentable

Por Raimundo Gaete, Jefe de Proyecto CIET UAI.

Cada día vemos en las redes sociales cómo sus usuarios se jactan de llevar una vida sana, subiendo sus hazañas en la montaña, su paseo dominical en bicicleta o su almuerzo  hecho en casa con ingredientes naturales. Además de  una aspiración por “likes”, este retrato muestra una tendencia mundial real por la preferencia de productos sustentables con el medioambiente y alimentos saludables, y que hoy presenta un desafío para la industria alimentaria.

La reciente encuesta realizada por GfK Adimark para la sexta versión del informe “Chile Saludable” de Fundación Chile, confirma esta tendencia del consumir chileno. Un 52%  de los encuestados declaró la importancia que el producto sea amigable con el medio ambiente y un 48% valora que el envase  sea reciclable.

Como podemos apreciar, a la hora de comprar alimentos ya no basta únicamente con la calidad o el sabor del producto, sino que comienzan a influir otras aristas que cada vez son más importantes para el consumidor. Es aquí donde el packaging empieza a jugar un rol fundamental dentro de la industria, y que más allá del aspecto atractivo o la seguridad del envoltorio (principal función del envase), debe existir una  mejora en la sostenibilidad.

Esta mejora se refleja en el empleo de nuevos materiales y envases. Los ejemplos más obvios son los biodegradables, reciclados o ecológicos, sin embargo la sustentabilidad también hace relación a la eficiencia de recursos (tanto en la producción del mismo packaging o los que disminuyen el desperdicio de los alimentos).

Esta tendencia ha sido detectada por diferentes empresas y la han transformado en una oportunidad de innovación, desarrollando productos más sanos y amigables con el medioambiente. Algunos buenos ejemplos son: Vaiv, agua natural mineral envasada en una botella libre de tóxicos, la primera de Sudamérica hecha de plantas y que desaparece en 80 días; la nueva botella eco-flex de Vital, la cual redujo su cantidad de plástico en un 30%, lo que la hace más liviana y fácil de reciclar; y el arroz SOS Ecológico, de la empresa española Ebro Foods, que cambió el tradicional formato compacto por el flow-pack en papel.

Asimismo, no sólo los privados se han percatado de la importancia de innovar dentro de la industria alimentaria. El Estado e instituciones académicas han querido ser partícipes de este cambio cultural, potenciando programas que buscan mejorar la salud de las personas y reduciendo el impacto de los envases en el medioambiente.

Es el caso de “Innovapack”, que es impulsado por el CIET de la Universidad Adolfo Ibáñez, la Cámara Franco Chilena para el Comercio y la Industria, y Empresas Ariztía, y que cuenta con el apoyo de Corfo. Esta iniciativa impulsa gratuitamente –a través de capacitación y mentorías-  a emprendedores, PYMES y personas relacionadas con el ecosistema, con el objetivo de potenciar soluciones sustentables y competitivas en packaging para pollos y pavos frescos, además de conectarlos con la industria alimentaria mundial.

El llamado a las distintas empresas es a buscar una mejora continua en sus productos, mediante un aumento de sus características saludables y un packaging que logre dar una mano al medioambiente. La demanda “consciente” del consumidor ya existe y va en aumento, sólo falta incorporar sistemas de innovación para lograr productos que se sumen a esta tendencia para tener clientes más felices, logrando incrementar la rentabilidad de las empresas.

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