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Inversiones no reguladas: los engaños tras el dinero fácil

La posibilidad de entrar en atractivos negocios, con alta rentabilidad y bajo riesgo, puede ser una peligrosa tentación, por lo que en este artículo, grandes conocedores del mercado advierten sobre empresas que buscan patrimonios atractivos para defraudar. ¡Atención!

Es innegable que las inversiones conforman un universo fascinante; un planeta aparte que hierve de emoción y adrenalina. A un grupo le atrae de manera irresistible la promesa de incrementar su patrimonio,mientras que otros se mueven sobre sus aguas con extrema cautela, anclados en la precaución.

Los más avezados se dejan guiar por su instinto, sin embargo, siempre es recomendable buscar la asesoría de expertos; profesionales serios en quienes depositar tanto la confianza como el capital, a cambio de una buena recomendación, respaldada por el sólido prestigio de su nombre.

Sabemos que este mercado no opera a su libre albedrío y que existe una regulación bien orquestada y fuertemente supervisada por la autoridad competente. Este ordenamiento legal constituye una garantía si vamos a jugar bajo sus reglas, ojalá conservando íntegramente el capital en juego.

Sin embargo, de vez en cuando, tal como nacen los mitos, surgen lobos astutos que diseñan intrincadas estructuras fraudulentas, que tienen como único fin esquilar cual ovejas a sus clientes.

Este es el inolvidable caso de Bernard Madoff, que salió a la luz en 2008, cuando este respetado ex presidente del mercado electrónico de acciones Nasdaq, se dio maña para levantar una estructura piramidal (conocida como esquema PONZI) con la que durante 40 años desvió millones de dólares, pasando desapercibido frente a las grandes entidades financieras y a los ojos del regulador. Este hecho pasó a la inmortalidad como la mayor estafa en la historia financiera de Estados Unidos.

El secreto de Bernard fue utilizar su prestigiosa firma, Madoff Investment Securities, como gancho para captar inversionistas de alto patrimonio. Ofrecía rentabilidades entre 10% y 12%, que nunca se veían afectadas por los vaivenes de los mercados, lo que ya era inusual. Además, utilizaba los “hedge funds” o fondos de inversión libre, que se caracterizan por una laxa regulación y por la capacidad para aplicar estrategias arriesgadas y la búsqueda de altas rentabilidades en cualquier situación de mercado. Invertía solo una pequeña parte de éstos y la mayoría los utilizaba para pagar a antiguos clientes. Así fue urdiendo su fraude, el que aplicó con éxito por décadas.

No es la intención ser alarmistas, pero la operación de ciertas inversiones no reguladas en nuestro país, abre la puerta para que surjan inescrupulosos de cuello y corbata, que sin mediar estudios financieros ni análisis alguno, buscan atraer inversionistas, ofreciendo la ilusión de obtener altas rentabilidades a bajo riesgo. Binomio que ha sido demostrado que no se da en la realidad.

 Inversiones no reguladas | Promesas de arena

La inquietud que ronda en el mercado en torno a la posibilidad de que ciertas empresas que trabajan con inversiones no reguladas, operen con la intención de enredar a sus clientes en estafas, tiene a la autoridad y entidades que trabajan en este mercado en estado de alerta.

Uno de ellos es la Asociación de Administradoras de Fondos Mutuos de Chile A.G. y es su Gerente General, Mónica Cavallini, quien explica cómo funcionan los instrumentos más conocidos del mercado, cuáles son las limitaciones y por qué hay promesas de rentabilidades que no pueden cumplirse.

Inversiones no reguladas La experta afirma que “lo primero que debemos aclarar es que ningún instrumento financiero está libre de riesgos. Actualmente, el mercado dispone de distintos instrumentos vinculados a la inversión. Están los conocidos como “renta fija”, los cuales son títulos de deuda que tienen asociado un interés determinado, que puede ser corto, mediano o largo”.

Aunque estos instrumentos se relacionan a rentabilidades seguras, igualmente tienen riesgos asociados, como el del emisor, porque el que emitió el instrumento podría no tener la capacidad de pago, de liquidez, etc. “Lo mismo ocurre con los fondos mutuos, cuyo riesgo varía dependiendo el tipo de fondo y de su diversificación, yendo desde riesgos bajos, a moderados o altos, pero siempre teniendo en consideración que las rentabilidades no se pueden asegurar o garantizar, dado que éstas estarán determinadas por las fluctuaciones de los mercados”, afirma Cavallini.

Respecto al comportamiento de los instrumentos de renta variable, la Gerente de AAFM, explica que no es posible predecir sus fluctuaciones con certeza, porque “aunque detrás de una empresa de inversiones seria existan economistas experimentados y departamentos de estudios -que analizan los mercados y recaban información a fin de poder inferir o proyectar el comportamiento de éste- es imposible determinar certeramente qué alzas o bajas se producirán, y los impactos que éstas tendrán”, asegura la experta.

Alfredo Cruz Parot, Gerente General de la Consultora de Asesoría Financiera y Previsional, Alfredo Cruz y Cía., coincide con Cavallini y comparte las lecciones que le han dejado sus 25 años administrando inversiones.

Inversiones no reguladas“Sabemos que el mercado ofrece un amplio abanico de posibilidades, pero hay que tener mucha precaución cuando se nos habla de grandes rentabilidades a bajo riesgo. Existen otros tipos de fondos de inversión o índices que están indexados a la UF. Como esta medida siempre se reajusta al alza, sabemos que obtendremos una ganancia solo por tener inversiones sujetas a unidades de fomento. En estos casos, la rentabilidad garantizada puede ir desde UF+1,5% hasta UF+2,5%, como límite máximo”, afirma Alfredo Cruz.

El experto agrega que en el último tiempo, su equipo de trabajo se ha encontrado con algunas de estas empresas a todas luces sospechosas. “Constantemente recibimos consultas de clientes que han sido contactados por este tipo de organizaciones para ofrecerles importantes ganancias a cambio de trasladar sus inversiones con ellos. Nuestra advertencia es siempre la misma: como se trata de empresas que no son no son reguladas –lo que implica que no son supervigiladas por las Superintendencias– existe un margen para que se produzcan delitos económicos”, advierte el Gerente de la consultora.

Expuestos al riesgo

Entusiasmarse con estos cantos de sirenas puede tener graves consecuencias para el inversionista que atiende a estos modelos de negocio irreales. La principal es que las promesas y acuerdos sostenidos con estas empresas no sean respetados y se vean envueltos en estos negocios inciertos, que ponen en riesgo el capital invertido. Es decir, deja en situación vulnerable los derechos del inversor, pues él no tiene a quien reclamar, ya que los instrumentos ofrecidos se mueven en aguas poco reguladas, por tanto, es difícil tomar acciones legales en contra de quienes fraguaron el fraude, y eso lo saben quiénes están detrás de estas asesorías mal intencionadas.

“Lo que ocurre en estos casos es que el inversionista toma decisiones con información falsa. Cuando la empresa no esté regulada, se hace aún más sensible, pues aumenta la probabilidad de que ésta no cumpla estándares legales, normativos, operativos o informativos, solicitados por los organismos fiscalizadores pertinentes. El truco es dejar al inversor desprovisto, desprotegido y afecto a potenciales irregularidades por parte de la organización”, comenta Mónica Cavallini.

La Gerente de AAFM recomendó -además- estar alerta y poner especial cuidado en el tipo de contrato que estas compañías redactan. En la misma línea, Alfredo Cruz, agrega que “el riesgo de perder la totalidad de las inversiones es muy alto, ya que generalmente, para este tipo de operaciones, se usa la figura de “mutuo”, con contratos habitualmente anuales, que solo entregan los intereses sobre el capital de forma mensual, pero no permiten rescates del mismo. Al ser un tipo de contrato que no es firmado ante notario, el acuerdo deja en “tierra de nadie” a los inversionistas”.

No obstante, quienes están en este negocio por años, saben que los casos son aislados y que en términos generales el mercado financiero opera con transparencia y seriedad.

“La industria de fondos mutuos en los últimos años no se ha visto afectada por casos de esta naturaleza. Existe buena regulación y contamos además con una autorregulación importante, que va más allá de la mandatoria”, señala Cavallini. Y complementa que “las conductas que trasgredan la ética, las buenas prácticas y la transparencia son condenadas por esta asociación (AAFM) y por la industria de fondos mutuos, ya que nos dañan como industria y como mercado. Aunque se trate de casos puntuales, estas acciones generan una incertidumbre general, ya que deterioran la confianza en la industria”.

Inversiones no reguladas

Alfredo Cruz Parot, también reconoce que las malas prácticas afectan a todos los involucrados por igual. “Éste es un mercado que se basa en la confianza, el profesionalismo y el prestigio de las empresas que formamos parte de él. Que aparezcan personajes que deterioren esos principios, nos hace pagar a justos por pecadores, porque además del deterioro de las confianzas, las autoridades podrían sobre regular el mercado, limitando nuestro accionar que se mueve bajo códigos éticos y legales”.

Actualmente, y con el fin de contribuir a la transparencia, profesionalismo y buenas prácticas en el mercado, la industria de fondos mutuos cuenta con estándares y normas de autorregulación. Estas iniciativas de las administradoras generan acuerdos que pretenden perfeccionar la labor de la industria, en un ámbito más amplio de lo exigido por la autoridad, y promover mejor y mayor competencia entre los distintos actores, lo que va en directo beneficios de los partícipes y público en general.

Regulación y educación financiera

La pregunta del millón -que debe inquietar a todos quienes están participando en el mercado financiero- es, ¿de qué forma se deben proteger de este tipo de negocios? La respuesta unánime de nuestros expertos es: amparándose en la regulación vigente y con una buena educación financiera.

Al respecto, Mónica Cavallini afirma que “es fundamental que todas las empresas que operen en el mercado financiero sean reguladas por las entidades pertinentes. Por otro lado, las autoridades deben asegurar que la normativa diseñada no cree asimetrías en los mercados, para que exista una competencia sana. Creo que una regulación efectiva debe ir acompa- ñada siempre por una evaluación costo- beneficio positiva lo que asegurará ir a la raíz de los potenciales riesgos/ problemas/irregularidades. Finalmente, es muy importante no sobre regular, para evitar “asfixiar” el desarrollo y competencia del mercado financiero. Las responsabilidades deben ser individuales y los culpables pagar por sus faltas”.

Mónica asegura que en este sentido, la AAFM busca aportar a través de diálogo constante con la autoridad, y participando de la normativa en trámite o ya emitida, dando a conocer los impactos que ésta tendrá en la industria, o en informar potenciales asimetrías con otros mercados o productos.

Para Alfredo Cruz, la educación financiera es una herramienta clave. “Nuestro negocio tiene como objetivo principal, fomentar el conocimiento en temas económicos y previsionales. Creemos que una persona que invierte su patrimonio, debe entender lo que está comprando y manejar -al menos de manera básica- los productos que tiene disponibles y que se ajustan a su perfil. Si no está familiarizada con estos temas, siempre puede buscar la ayuda de asesores profesionales, que podrán atender sus consultas y recomendar una estrategia de inversión. Además, si hay dudas respecto a algún negocio en el que esté involucrado, puede ir a la SVS para que determinen si está enredado en una estafa. No olvidemos que en este mercado, la decisión y la iniciativa de los inversionistas es importantísima a la hora de proteger sus capitales”, concluye el Gerente General de la Consultora.

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