martes , octubre 25 2022

Trinidad Segura, surfista: “Me dediqué al surf y busqué cómo vivir de esto”

Aunque ya no compite, la surfista–que fue subcampeona nacional en 2010- sigue ligada a este deporte a través de su productora Sirena y del Yoga Surf Camp. Además, es embajadora de varias marcas y está desarrollando su proyecto turístico, su “cartita bajo la manga” para cuando ya no tenga auspiciadores.

“Era pura motivación”. Así define Trinidad Segura (29) sus inicios en el surf, deporte que conoció a los 13 años cuando veraneaba con una amiga en Maitencillo y del cual se enamoró de inmediato. Tanto que tomó un bus y, escondida de sus padres, fue a conocer Pichilemu, lo que le valió un castigo cuando la descubrieron.

“El surf me enganchó y yo quería ir siempre a la playa a practicarlo. Mi mamá se dio cuenta de que esto era una pasión y, poco a poco, comenzó a acompañarme, conocer este mundo, le gustó y se dio todo para que nos fuéramos a vivir a allá”, explica, en alusión a este balneario de la Región de O’Higgins.

En el intertanto y de manera autodidacta aprendió todo lo necesario para convertirse en un referente del surf femenino en el país, pero no fue simple. De hecho, se demoró un año en poder pararse en la tabla, que además no era la adecuada para ella. “Aprendí así no más. Al principio, me conseguía trajes, porque no tenía plata, y la tabla la envolvía en cartones, porque no tenía funda. Fui bien jugada, era pura motivación para hacerla no más”, asegura.

Ese mismo “ñeque” fue el que la llevó a comenzar a competir a los 14 años cuando no dominaba del todo la técnica y que la destacó entre otras surfistas. “Me empezó a ir bien, me comenzaron a conocer y a auspiciar. En esa época no existían las redes sociales, entonces te conocían solo si competías y salías en un diario”, agrega.

-¿Cómo han cambiado las cosas desde que ingresaste al surf?

Ahora el surf está full moda. Aunque no se paren en una tabla, todos aspiran al estilo de vida del surfista. Las marcas quieren estar ligadas a ese estilo de vida y para los que nos dedicamos a esto es súper bueno.

-¿Cómo definirías ese estilo de vida?

Poder surfear en el momento en que está buena la ola, vivir fuera de Santiago, gozar de espacio, poder viajar a conocer olas nuevas, trabajar en algo que te permita surfear o vivir de él, tener cabañas, un restaurant, tu tienda o tu marca.

-Y en eso estás tú, porque ya no compites. Ahora surfeas por gusto…

Tengo 29 años y a mi edad ya no se compite. Ya es aburrido para mí. Ahora existen las redes sociales y a las marcas les importa más que uno comunique a través de ellas a que vayas a un campeonato, porque si no lo ganas, no sirve de nada.

-¿Además de ser embajadora de varias marcas, qué otras actividades realizas para mantenerte vigente?

Desarrollé Sirena Producciones, que es un proyecto para vivir del surf, con el que organizo eventos al aire libre y en la playa. Realizamos el circuito de surf femenino, con diferentes fechas en Chile para juntar a todas las surfistas chilenas y compartir lo que más nos gusta hacer. También desarrollé una fecha del Pichilemu Woman’s Pro, que es Mundial de Surf femenino. A eso le sumé Yoga Surf Camp, donde reunimos grupos de mujeres de distintas zonas del país en Pichilemu para que aprendan a surfear, acompañado de la práctica de yoga. La idea es vivir la experiencia del surf. Me gustó la producción de eventos y me di cuenta de que había espacio para crecer ahí.

-¿Cómo te has manejado financieramente para desarrollar tus proyectos?

No fui a la universidad a estudiar algo convencional (es fotógrafa de profesión). Me dediqué al surf y busqué cómo vivir de esto. Al principio, tomaba fotos y después me dediqué más a la producción de eventos. Todo de la mano para seguir surfeando y poder tener mi cartita bajo la manga cuando llegue el momento en que no me sigan auspiciando.

-Entonces has sido ordenada con las platas

Igual soy ordenada, pero me falta a veces más disciplina, porque me distraigo, porque no soy de rutinas. A veces soy media artista y pinto o me voy a surfear y otros días trabajo full.

-¿Y ahorras?

No soy tan buena para ahorrar, pero trato de generar plata e invertirla. Me compré mi casa y ahí gasto plata ahora.

-¿Haces inversiones?

Sí, estoy empezando un proyecto turístico, que son cabañas, y estoy creando el spa, que es para hacer las clases de yoga de mis encuentros.

-¿Cómo te ves cuando ya no seas embajadora de marcas?

Tengo Sirena y mi proyecto turístico para arrendar cabañas en Pichilemu. Quiero crecer con eso, vivir de eso y seguir con mis campeonatos.

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