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La Transformación Digital se ha gestado en las últimas décadas. Sin embargo, empresas como Apple, Samsung y Microsoft, son algunas que lideran la carrera mundial por ser el número 1 en el ranking. Pero no sólo cambiaron los dispositivos electrónicos, la automatización o los smartphones, sino también la percepción de los trabajadores en sus empresas, respecto de cómo, en un mundo digitalizado, algunas cosas aún no cambian.
Denisse Goldfarb, Directora de Recursos Humanos de Microsoft en Chile, asegura que Microsoft fue una de las grandes empresas impulsoras en el mundo respecto de la transformación digital. El inminente cambio, gatillado por las nuevas necesidades de las personas y por un nuevo estilo de Marketing que comenzaba naciente a ser más push que pull, obligó a las personas a exigir nuevos servicios.
Goldfarb afirma que este cambio empezó con el famoso dicho de Bill Gates en los años 80s, quien pensaba que en algún momento de la historia habría un computador por cada casa. Esto fue muy revolucionario en una época en la que no se concebía un nivel de tecnología tan alto. Sin embargo, hoy se estima que por cada integrante de cada casa hay un computador.
En Chile, la transformación digital, a septiembre de 2017, contaba con un 75% de empresas dispuestas al cambio, según Joseph Pucciarelli, vicepresidente de IDC Mundial, una empresa de tecnologías de la información. Sin embargo, la transformación digital no está sólo ligada a la tecnología, sino también a los cambios que ella trae consigo en las empresas.
En nuestro país, las empresas que lideran la transformación digital, según el Ranking de la Innovación 2017, realizado por GfK Adimark, son las empresas de las Telecomunicaciones con un 49%, seguidas por los Servicios Financieros con un 9%. En otro estudio realizado por la misma investigadora, afirma que los chilenos siguen sintiendo que el trabajo y la familia no son tan compatibles, persistiendo un conflicto entre ambos con un 69% que asegura que: “Para progresar laboralmente hay que sacrificar el tiempo con la familia”.
Conversamos con Denisse Goldfarb, Directora de Recursos Humanos en Microsoft Chile, sobre su visión acerca de la transformación digital en las empresas en nuestro país, el trabajo y el cambio inevitable.
¿Cómo comenzó la Transformación Digital en Microsoft Chile? ¿qué fue lo que lo gatilló?
Yo te diría que Microsoft es una de las mayores empresas en el mundo en partir con la transformación digital. En dos etapas. Quienes promovieron, con el famoso dicho de Bill Gates, en donde dijo que habría un computador por cada hogar. Y que en ese minuto la gente pensó que era loco. Fue un tema revolucionario en su minuto. La visión de él era democratizar la tecnología. Esto fue en los años 80s. Hoy estamos en una posición más renovada, y si bien se mantiene nuestro espíritu de querer seguir democratizando la tecnología, hoy nuestra misión es empoderar a cada persona y organización del planeta para que logren realizar sus sueños y desarrollen su potencial gracias a la tecnología.
¿Hizo esta nueva forma de trabajo que Microsoft se replanteara la manera en que sus trabajadores trabajan? ¿por qué?
En general, Microsoft siempre ha tenido un esquema bastante flexible en la manera de cómo se trabaja. Hoy día acá tenemos flexibilidad total. No tenemos un horario fijo de trabajo, sino un horario más bien referencial, pero que no es un horario rígido que es de 9 a 6, y también tenemos flexibilidad en relación a dónde tú eliges hacer tu trabajo. Hoy, gracias a la tecnología, no es necesario que tú estés en un lugar físico para poder acceder a la información o hacer reuniones.
¿Consideras que la Transformación Digital es algo «inevitable» en las empresas? ¿por qué debiesen las empresas migrar hacia una Transformación Digital? ¿cuáles son sus beneficios y desventajas?
Creo que está arraigado en la mentalidad de algunas empresas este tema de que, si no se trabaja con horarios fijos de trabajo, no se puede trabajar. Y esto lo demuestran otros países latinos que han avanzado mucho más en este sentido, como Argentina o Colombia, en donde los temas de teletrabajo son parte primordial de cómo trabajan las personas. Se dieron cuenta de que el teletrabajo hoy día es mucho más inclusivo. Por ejemplo, las personas que tienen discapacidades físicas para trasladarse, hoy día pueden trabajar de manera remota, y al mismo tiempo, se abren muchas más posibilidades de empleo. No abrirse a nuevas formas de trabajar puede significar pérdidas de talento.
¿Considerarías que no pasar a una Transformación Digital en una empresa podría ser crucial para el éxito o fracaso de ella?
Definitivamente. Si empiezas a ver el ranking de las empresas Forbes, las más grandes del mundo, el Top 5 cuenta con 5 empresas tecnológicas. Entonces, ha cambiado mucho el mundo y las industrias. Incorporar tecnologías de manera efectiva, provoca también grandes economías de escala y permite que una empresa pueda, por ejemplo, irrumpir con nuevos modelos de negocios, tratar de una manera más efectiva a los clientes, tener manejo de información más preciso. Hoy uno de los cambios más importantes en el mercado es el esquema de la atención 24/7. Hoy tenemos un consumidor mucho más exigente, que quiere inmediatez, y que quiere que le respondan a cualquier horario.
¿Beneficios y desventajas para el negocio de la transformación digital inevitable?
Creo que es algo que está impactando todas las industria. Creo que al final es parte de tu ventaja competitiva y de tu necesidad de supervivencia el poder incorporarlo. Y te diría que, en el fondo, como desventaja, hay que aprender a incorporar la tecnología de manera distinta. Hay varios roles que están cambiando dentro de la empresa, y uno de ellos es el rol de Recursos Humanos. RRHH necesita ser un agente de cambio, y necesita entender cuáles son las nuevas capacidades a desarrollar dentro de una organización en las personas, para que puedan adaptarse a los nuevos cambios que trae esta nueva tecnología y esta nueva manera de relacionarse con los clientes, y también con la nueva generación de productos. Es más complejo de lo que parece. Los cambios no ocurren solos. No es un problema tecnológico subirse a una transformación digital, sino que finalmente, volvemos a las personas. Lo central es tener una mirada integral de cómo una organización desarrolla habilidades y capacidades para abrazar las nuevas tecnologías.
